Hablar de experiencia de marca supone ponerse en la piel de nuestros usuarios. Ya hablamos de la importancia de crear el buyer persona para hacer una marca orientada a ellos. Pero no solo eso, tener claro nuestro buyer persona nos ayudará a hacer vibrar a nuestros usuarios, conseguir que nos recuerden, es decir, regalarles una experiencia de marca.
Ya no basta con estar cerca de nuestro público objetivo, se trata de interactuar con ellos y tenerlos involucrados. Las marcas ya establecen relaciones con personas e incluso con otras marcas. Es el momento de ponernos creativos, pensar como un usuario y buscar qué valor añadido echamos en falta de las marcas y cómo ellas podrían sorprendernos. Solo así seremos capaces de desarrollar acciones que nos permitan ser diferentes para que nos recuerden.
Experiencia de marca, involucrar al usuario
La brand experience o experiencia de marca es sentirse a gusto cuando el consumidor entra en contacto con esa marca. Y es algo que puede conseguirse a través de múltiples canales. Desde una una forma particular de recibir a un cliente en nuestro establecimiento, hasta un olor, un regalo con alguna compra o un email creativo.
Se trata de generar engagement. Interacciones que emocionen a nuestros clientes y los mantenga fieles. Existen muchas formas de conseguirlo, tantas como se nos ocurran. Pero para poder crear una estrategia de experiencia de marca tenemos que fijar las bases.
Así es como podremos crear experiencia de marca.
Mediante pensamiento
Tener claro cómo piensa una marca es solo el principio. Se trata de tener clara la personalidad de una marca. Pero no únicamente en su comunicación, si no tener claro sus valores y opiniones. Es imprescindible saber qué diría nuestra marca en determinadas situaciones, por ejemplo, ante un conflicto. O cómo reacciona nuestra marca cuando es el cumpleaños de algún empleado. Todas estas formas de comportarse van a ser clave para comunicar los valores de marca y poder regalar una experiencia real a nuestros clientes.
Y es que cada marca tiene una forma de ver la vida y tiene que enseñárselo a su público. De esta forma podremos ser diferentes y lograremos posicionarnos en el mercado tal y como esperamos.
Involucrando a los sentidos
Olor, vista, tacto… Todos los elementos de tu marca deben evocar sensaciones. SI por ejemplo es una tienda, ¿qué olor tiene?, ¿cómo es la textura de la pared?. ¿Genera algún tipo de recuerdo las bolsas de la compra?
Si tu negocio es puramente online tendrás que trabajar esto a través, por ejemplo, de email marketing aludiendo a la vista y el sonido. O quizá haciendo campañas puntuales enviando algún regalo o regalando alguna otra experiencia a nuestro público.
Vamos a pensar en las marcas como personas que están preocupadas por demostrar una imagen y personalidad. Son personas que quieren constantemente seducir a sus clientes, que buscan atención y conquistar, ¿cómo lo haría tu marca?
Evocando sentimientos
Es importante saber qué sentimientos produce tu marca. Ya hemos hablado de la importancia de marcar los valores. A partir de aquí podremos realizar acciones y comunicaciones para que nuestros clientes puedan sentir con nosotros lo mismo. Se trata de involucrarlos en nuestra forma de vivir mediante un sms, un descuento o incluso un vídeo con aquello que queremos expresar. Los clientes también están dispuestos a escuchar a las marcas y por eso debemos contarles todo lo que nos sucede. Se trata de establecer relaciones con ellos.
Con actitud
Se trata de la parte más productiva de tu marca. Acciones reales que demuestren también su personalidad. La forma en la que soluciona problemas de los clientes o las acciones sociales por ejemplo para luchar contra la contaminación. En actitud entra mucho la responsabilidad social corporativa. Crear acciones que demuestren nuestra preocupación por determinadas causas o nuestras ganas por hacer un mundo mejor es fundamental para calar en la sociedad y fijar las miradas.